viernes, 2 de julio de 2010

No perder el entusiamo

No perder el entusiasmo. Suelo pensar en esto todos los días.
Sabemos también que muchas veces puede ser difícil mantener el entusiasmo, porque los problemas se multiplican, las penas, las dificultades, las enfermedades...
Pero permitame decirle que estas cosas tienen que ver con la vida y hay que tener valor para sobrellevarlas.
El entusiasmo, como un hábito, hace que uno no pueda caerse.
Por eso, en forma permanente trabajo en mantener la energía positiva, pase lo que pase.
Todos sabemos que mantener el entusiamo no es muy fácil, pero si le ponemos pasión y disciplina a nuestra energía, seremos triunfadores, seremos vencedores.
Así es, muchas veces debiéramos pensar en esto.
No debemos olvidar que cada palabra que pronunciamos es un decreto que se manifiesta.
No debemos olvidar que cada pensamiento es un decreto.
No debemos olvidar que una vez que se graba una idea en el subconciente, se convierte en un reflejo.
Por eso, hoy la mecánica del pensamiento, debe ser... el entusiasmo.
Suelo repetirme siempre..."soy entusiasta, soy feliz, Dios me ama"
Y esto es verdaderamente hermoso y es un hábito bueno, al que le sigue otro habito bueno, la acción de verse entusiasmado siempre.

Hasta pronto.
Miguel DE GRACIA